Por definición un suplemento es “algo que se añade, que suple una deficiencia o refuerza o amplifica algo”.
En este sentido, un suplemento dietético “suple” las deficiencias nutricionales necesarias para mantener la salud.
Los suplementos aportan y complementan nutrientes, vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas, fibras,… a través de los llamados alimentos funcionales, que han sido extractados (concentrados) para garantizar la máxima calidad y pureza de sus principios activos.
Alimentos funcionales serán por tanto aquellos que presentan una particularidad entre sus componentes que afecten a funciones del organismo de forma positiva. Esto los podemos encontrar en el mundo vegetal (frutos, hongos, plantas,…) o en el animal (sueros, miel, bacterias,…)